La regla general es no destinar más del 30% de tus ingresos brutos mensuales al pago de vivienda (hipoteca, seguros, impuestos). Algunos expertos sugieren un máximo del 28% para ser más conservador.
El ratio deuda-ingresos incluye TODOS tus pagos mensuales de deuda: hipoteca, tarjetas de crédito, préstamos de auto, préstamos estudiantiles, etc. No debe exceder el 36-43% de tus ingresos brutos.
El enganche es el pago inicial que haces al comprar una casa. Tradicionalmente se recomienda 20% del precio para evitar seguro hipotecario, pero existen programas con enganches menores (3-5%).
Además de la hipoteca, considera: seguro de vivienda, impuestos prediales, mantenimiento (1-3% del valor anual), servicios, gastos de cierre (2-5% del precio), y un fondo de emergencia.
Comprar es mejor si planeas quedarte 5+ años, tienes estabilidad financiera, y el costo total de comprar es similar o menor al alquiler considerando mantenimiento, impuestos y oportunidad de inversión.