Destina 50% de ingresos netos a necesidades (vivienda, comida, transporte, seguros), 30% a gustos (entretenimiento, cenas fuera, hobbies), 20% a ahorros y pago extra de deudas. Es una guía flexible que puedes ajustar según tu situación particular.
Pasos: 1) Rastrea gastos por un mes, 2) Categoriza gastos (necesidades, gustos, ahorros), 3) Calcula ingresos netos mensuales, 4) Asigna límites por categoría, 5) Usa apps o hojas de cálculo para seguimiento, 6) Ajusta mensualmente según resultados.
Opciones inmediatas: reduce gastos no esenciales, busca ingresos adicionales (trabajos extras, vender cosas), negocia facturas (telefonía, seguros), considera mudarte a lugar más barato, evalúa eliminar servicios innecesarios. Enfócate primero en gastos grandes y recurrentes.
Mensualmente: revisa gastos reales vs presupuestados, ajusta categorías según necesidad. Trimestralmente: evalúa metas de ahorro, cambia asignaciones si cambió tu situación. Anualmente: revisión completa con cambios de ingresos, metas financieras, y gastos anuales (seguros, impuestos).
Crea un "fondo de gastos irregulares": suma gastos anuales (seguros, mantenimiento auto, regalos navideños, vacaciones) y divídelos entre 12. Ahorra esa cantidad mensualmente en cuenta separada. Así conviertes gastos grandes esporádicos en pagos mensuales manejables.